El Dr. Pablo Álvarez-Buylla, como especialista en cirugía de reducción mamaria en Oviedo, se centra en esta intervención quirúrgica con el objetivo de disminuir el tamaño del pecho y mejorar su forma, al mismo tiempo que realiza una elevación del mismo. Su principal prioridad durante la mamoplastia de reducción es lograr un resultado estéticamente natural.
La reducción mamaria, también conocida como mamoplastia de reducción, está recomendada para aquellas pacientes que presentan un pecho grande o hipertrófico. Además de los problemas estéticos asociados, como la caída del pecho, esta condición puede causar molestias físicas como dolores de espalda y hombros, así como irritación de la piel.
El Dr. Álvarez-Buylla aborda cada caso de manera individualizada, teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada paciente y su salud en general. Con su experiencia y enfoque personalizado, busca proporcionar resultados satisfactorios que mejoren tanto la estética como la calidad de vida de sus pacientes. Si estás considerando una reducción mamaria en Oviedo, no dudes en contactar para una consulta informativa sin compromiso.

Nuestro enfoque hacia la cirugía mamaria es integral y adaptado a cada paciente, asegurando que se respeten las proporciones anatómicas y la belleza natural. Brindamos un acompañamiento personalizado en cada etapa del proceso, asegurando que te sientas respaldado en todo momento. Buscamos ofrecer el tratamiento más adecuado para ti, priorizando la obtención de resultados que luzcan naturales y armoniosos.

Conocer casos reales de antes y después en cirugía de reducción de pecho es uno de los factores que más ayudan a nuestros pacientes a tomar la decisión.

La demanda de cirugía de reducción mamaria entre nuestras pacientes es alta debido al alto grado de satisfacción que experimentan. El Dr. Álvarez-Buylla, en las prestigiosas clínicas de Oviedo, se especializa en esta intervención para lograr un pecho más estético, firme y acorde a las proporciones naturales de cada persona. Reconociendo los desafíos físicos y emocionales asociados con mamas grandes y pesadas, comprendemos la importancia de esta cirugía. La reducción mamaria no solo alivia la tensión en el cuello, hombros y espalda, mejorando la postura y eliminando molestias físicas, sino que también puede proporcionar una figura más equilibrada y mejorar la confianza en uno mismo. Nuestro equipo trabaja en estrecha colaboración contigo para comprender tus objetivos y diseñar un plan quirúrgico personalizado. Con técnicas avanzadas y cuidado experto, buscamos ofrecerte resultados naturales y armónicos. Contáctanos para descubrir cómo la reducción mamaria puede mejorar tu calidad de vida.

La mamoplastia de reducción o reducción mamaria se lleva a cabo bajo anestesia general. La intervención suele durar aproximadamente de 2 a 3 horas y generalmente no requiere el uso de drenajes. Es común que se necesite una noche de hospitalización para la recuperación postoperatoria.

Intervención quirúrgica

Durante la reducción mamaria, se realiza una disminución del volumen del pecho junto con una elevación de este, mejorando así su forma y proporciones. A menudo, también se reduce el tamaño de las areolas durante la intervención. Para llevar a cabo la cirugía, se requieren tres tipos de incisiones:

• Una incisión circular alrededor de la areola: necesaria para reducir su tamaño en caso de ser necesario y para colocarla en su nueva posición.
• Una incisión vertical en el pecho y otra horizontal en el surco mamario: estas dos incisiones permiten reducir el volumen del pecho y eliminar el exceso de piel, al mismo tiempo que acortan el polo inferior.

Recuperación

Durante el periodo de recuperación, es común observar un mayor volumen en la zona superior de las mamas, que gradualmente disminuirá a medida que los tejidos se adapten y se coloquen en su posición definitiva. El dolor suele ser de intensidad leve, y se puede controlar fácilmente con analgésicos habituales. Se recomienda el uso de un sujetador deportivo durante el primer mes después de la intervención. Por lo general, se puede volver a las actividades habituales después de una semana, pero se desaconseja realizar ejercicio físico durante al menos un mes.